EL DESAFORTUNADO MODELO ECONÓMICO DE MÉXICO
Jorge Uribe Ugalde, jsuribe@prodigy.net.mx
Las grandes reformas que recién se
han llevado a cabo, al menos en lo que a leyes y cambios hace, parecen ser al
menos por la superficie , interesantes y prometedoras para el País y su
desarrollo. Pero desafortunadamente no resisten un análisis de profundidad que
mostraría que es una etapa más en el entreguismo que nuestros últimos gobiernos han comenzado a hacer al gran capital
internacional. El actual del señor Peña
Nieto ha venido a tratar de cerrar esta actividad, que tan afanosamente
empezaron los políticos, tanto conservadores como liberales en el siglo XIX.
No
existe mayor desatino que juzgar a quienes hicieron o deshicieron cosas en el
siglo mencionado, con criterios de hoy día. Las circunstancias que les rodearon
fueron propias de su tiempo, y porque guarden una cierta similitud con la situación
actual, no dejan de ser diferentes en muchos y variados aspectos. Sin embargo
las incipientes fuerzas del capitalismo del siglo XIX, dejaron ver sus
ambiciones desde mediados de dicho siglo, y de ahí en adelante no hemos dejado
de ser campo fértil para las mismas. El capitalismo europeo privó durante el
largo período del porfiriato y fue una
de las causas de su caída, ya que el capital norteamericano no veía con buenos
ojos esta situación que les dejaba fuera de las oportunidades con su vecino.
De
la revolución a la fecha la influencia de su poderío económico se ha dejado
sentir con peso y de una manera determinante en el desarrollo de nuestro país.
Pero nunca antes y debido a la globalización, México había experimentado una
corriente de inversiones tan grande, europea, oriental y por supuesto
norteamericana, con gran beneplácito de nuestro gobierno que ve en esta
situación, la salvación de la pobre economía nacional, que durante tanto tiempo
ha ido dando tumbos entre una izquierda de corte cleptocrático, hasta un
capitalismo protegido en función de intereses de pequeños grupos.
El
neoliberalismo que ha propiciado la globalización, ha visto a México como la
gran fábrica de América, para substituir a China, que ya esta dejando de serlo
y se ha convertido en la segunda economía mundial con ideas propias que
amenazan al resto del mundo. El pensamiento de nuestros gobernantes ha sido tan
torpe, que únicamente creen en convertir al país en un gran maquilador, para
paliar la falta de empleos generados por las empresas nacionales. El desarrollo
e innovación que requiere la ola tecnológica que esta cambiado al mundo,
requiere de personal que nuestro país no puede aportar, dada la carencia de una
educación de alto nivel.
La educación de calidad ha sido y parece ser que por
largo tiempo será, una de las carencias en nuestro desarrollo, las pruebas PISA
lo están demostrando fehacientemente. El problema con los maestros es de tal
magnitud creo que muchos años más
permanecerá dañando seriamente al país, como ejemplo tenemos a Oaxaca, que tal
pareciera que están empeñados en volverlo un estado del cuarto mundo. Otro
tanto se puede decir de algunos de sus estados vecinos.
Lo que mal comienza,
mal necesariamente tiene que terminar, o dicho de otra manera, no se pueden
esperar buenos egresados de las universidades, con tales antecedentes. China
egresa aproximadamente 600,000 ingenieros cada año, cuya calidad no puede ser
puesta en duda, dado el riguroso sistema educativo que tiene, siempre en
búsqueda de la excelencia. En México se gradúan anualmente cerca de 24,000 ,
que muy a menudo requieren capacitación para adaptarlos al trabajo. Esta son
cifras que dan que pensar.
Nuestros altos funcionarios únicamente tienen un
horizonte de seis años a lo mucho, por lo cual en vez de ponerse a pensar en un
modelo propio, han aplicado las soluciones fáciles del neoliberalismo, que
destruye más que transforma. Lo más triste es que son incapaces de aprender de
los fracasos de otros países.